jueves, 31 de enero de 2013

miércoles, 30 de enero de 2013

De un concepto...


El concepto “Es de todos” en realidad significa “pertenece a nadie” que en su trasfondo ese nadie es el mejor postor o grupo “inversionista” que con un vuelto puede acceder a cualquier bien al que pensamos público para “mejorarlo” y crear en él un espacio cubierto, con luz artificial, calefacción en los días fríos, aire acondicionado en los días calurosos, para que puedas consumir libre y cómodamente, permitir que la rueda feroz del capitalismo siga girando, pases tus horas sin poder situarte en tiempo y espacio, día o noche… como si bebieras del Lete, o comieras flores de loto. Disfrutando del moderno pan y circo en 3D agrandando tu combo por unos cobres más y rescatando el mundo de sus bajezas con el cambio o la compra específica de alguna de las delicadezas del menú; al menos por ese día, al menos para tu conciencia, todas las enfermedades tiene cura, la miseria y el hambre reculan, los embistes de la naturaleza se aplacan.

Así que pensá bien lo que haces la próxima vez que uses ese concepto, no existe tal cosa, el término pública/o es relativo, no hay propiedad colectiva, sin dinero de por medio.
10/11/2012 SNL

frases


“Ni la muerte, ni la fatalidad, ni la ansiedad, pueden producir la insoportable

desesperación que resulta de perder la propia identidad”

Howard Phillip Lovecraft

miércoles, 23 de enero de 2013

Casablanca


Antes de ver Casablanca en el cine desconocía la verdadera razón del porqué me gustaba; me dejé llevar por la idea del clásico, del encanto que encierra el cine de oro. Ahora comprendo que lleva un mensaje detrás de la historia romántica de Rick e Ilsa, mayor que la historia de personas como Lazlo, Ilsa, el inspector Reneau, Rick y Sam.
Casablanca encierra el mismo encanto que La elegancia del erizo, que Kamchatka, que Por quién doblan las campanas, que el Libro de Manuel, que Rayuela, hasta podría hablarse de  Drácula…creo que es un hilo conductor que tienen en común, como tantas otras historias a las que adoro. Hablan de un refugio, de un último lugar de resistencia, de un lugar físico y a la vez virtual de confort, de protección, de amparo. Los lugares físicos, esos lugares en el mundo donde nos encontramos a resguardo, lugares donde nos vemos forzados a permanecer, que elegimos o a los que estamos destinados o a los cuales nos confinan pero igualmente son los que nos da la sensación de bastión protector. Lugares-personas en los que nos apoyamos, que nos dan esa misma seguridad, que resisten junto a nosotros dándonos esa sensación de calidez, de contención.
Sabrina, en la historia homónima,  se refugia en París cuando ya la cochera no puede contenerla de sus desilusiones; y al regresar, sin quererlo, intentando refugiarse en David,  se refugia en Linus. La Señora Michelle en La elegancia… se refugia en su personaje de portera y hace de su portería el lugar ideal de resistencia, mientras que Paloma creyendo estar al resguardo en su plan de suicidarse, encuentra el mejor escondite en sus haikus y el diario del movimiento del mundo que la llevarán al mejor abrigo, el de la amistad de aquellos que saben ver más allá de las corazas y los espejismos.
Mina y  Jonathan Harker, el Dr. Seward, Van Helsing, Quency Morris, Arthur Holmwood y hasta el mismo  Renfield recisten a la amenaza de  Drácula. Renfield desde su locura, los demás apoyándose los unos en los otros, el grupo es su mejor refugio, su último refugio.
Pienso también en Juan Salvo y Germán siempre  como el lobo, fuertes en la soledad, solidarios en el grupo. Germán desde el Eternauta II parafrasea a Sartre que bien decía que el infierno son los otros; desde la resistencia de las viñetas, desde la clandestinidad de su nombre de guerra, desde el dolor de esos años, Oesterheld dice que el paraíso son los otros, y yo creo, que ambos lo son. Quienes nos orillan a oponer resistencia son nuestro infierno, pero existen esos baluartes donde nos amparamos que son realmente el paraíso y nos ayudan a sobreponernos a cualquier tiniebla.
La Resistencia siempre es distinta, hay algunas más profundas y dolorosas que otras, pero ninguna es insignificante. Todas marcan, todas nos cambian, todas dejan algo, lo importante es no traicionarse, es poder ser sin avergonzarnos, seguir adelante con nuestros estandartes.
Siempre habrá un lugar desde donde evitaremos transigir, siempre habrá una persona que nos estimule  a no ceder, siempre estará la esperanza: nunca está todo completamente perdido… Siempre encontraremos albergue donde lamernos las heridas, reagrupar fuerzas y seguir adelante.
Cortázar diría que los libros siguen siendo el único lugar de la casa donde se puede estar tranquilo… muchos hablan de la metáfora de la casa-país y los libros el único lugar donde se puede decir, ser. Todos necesitamos y buscamos un Casablanca, un Café de Rick, un Kamchatka desde donde resistir hasta más no poder… no estoy segura de cuál es el mío, pero sé que los libros se le parecen mucho, son refugios transitorios, las letras suelen ser más precisas. Tengo una idea más fuerte de quienes son mis refugios, los lugares físicos varían, pero los lugares-personas jamás sucumben.

Noviembre 2012 S.L. 

Proceso creativo


La hoja en blanco, la piedra, comienza a ser carbón desde el cincel de la palabra;  empiezo entonces a esculpir sus contornos creando nuevas frases, poco a poco toman forma los párrafos. La imperfección  del carbón se va puliendo,  el diamante fue carbón en su otra vida, sólo el fénix sobrevive a un karma tan solemne, y se reinventa exorcizado por el fuego. La expiación de la lumbre fortalece la arcilla quien, a su vez, nunca olvida que proviene del barro.
Esculpiendo silencios se desgranan palabras. Refinando detalles el granito engalana su traje de escultura. La mente se desnuda vistiendo al papel con atavío de fiesta y otras veces con modestos harapos. La magia está en los detalles, cada vez que se pule el diamante nace una nueva faceta. Ya poco queda del carbón polvoriento que se funde en la hoguera dando a luz a una gema imperfecta con  sus multifacéticas miradas; nadie sabe qué sintió el escultor, nadie sabe que sentirá el lector al encontrarse cara a cara con la obra y mucho menos qué faz descubrirá.
Papel, granito, fénix, piedra, carbón, diamante. Fuego que funde, que consume, que muta. Karma que enciende, que crea, que transforma. Magia, expiación, exorcismos. Mil procesos, una sola creación y un diamante de mil caras para ser descubierto con una sola mirada.

S.N.L. 30/11/2012
 
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