martes, 15 de junio de 2010

Escritor desconocido


Hoy voy a hablar de una persona que se desconoce como escritor (en realidad pocos saben que escribía) y es (o fue) más que reconocido como cantante.
Nacido con el nombre de Julio María Sosa Venturini en Las Piedras, Uruguay; reconocido por el nombre de Julio Sosa, el varón del tango, fue un escritor melancólico y maravilloso. (al menos para esta humilde servidora)

Su libro "Dos horas antes del Alba" comienza con esta humilde carta:

Palabras del autor

Amigo lector:
Poder escribir ha sido siempre una válvula que alivió la tensión de volcánicos estados anímicos o mortales depresiones morales.
Cuando mi alma a punto de asfixiarse o mi corazón a punto de estallar bajo el mandato de la alegría o el lapidario peso del dolor (más por éste que por aquellos), necesitó de la sangría que la aliviara, mi pluma obró el milagro de devolverme la paz, me enseñó a enfrentar la vida con más valor y a mirar a mis semejantes con ojos más buenos.
DOS HORAS ANTES DEL ALBA no ha nacido para desafiar la crítica, constructiva o no... No pretende reunir en sus páginas modesto o desmesurado valor literario, pues tampoco puedo afirmar si está bien o mal escrito; pero puedo jurar, en cambio, que es un libro sincero.
DOS HORAS ANTES DEL ALBA es sólo un puñado de gritos rebeldes o resignados que saltaron de mi garganta a mis manos, para quedar en las tuyas y en favor de tu buena voluntad...
Acéptalo, pues, con la natural amistad con que te lo ofrezco, y si sus páginas logran el milagro de cautivar tu atención, mi libro y yo nos sentiremos generosamente recompensados.

JULIO SOSA


Y rescato de una de sus hojas una poesía cargada de pasión, la misma que depositaba en cada uno de sus tangos, con esa voz tan particular y entrañable. Espero disfruten de sus letras. Todo un poeta escondido detrás de uno de los mejores cantores de tango que pudo tener el Río de la Plata.


Renunciamiento

He renunciado a ti.
Fue una locura.
Vano intento de atar con la delgada hebra de un cabello
al inmenso caudal de mi ternura
el corcel desbocado de mis celos...
He renunciado a ti.
Con un renunciamiento que este invierno llena
de palabras quebradas, frases muertas.
Que llenaron mis labios de promesas.
Que no pude cumplir
pues tuve miedo de que no comprendieras
que este amor de pecado y de pureza
con que mi alma cansada se alimenta
cegando mi razón y mis sentidos
nos perdiera...
Sólo pude ofrecerte un viejo corazón
cansado de mentiras
y una fe moribunda mil veces malherida...
Tú me ofreces la luz
valles, nubes, montañas
cielo límpido azul
paisaje nuevo que no puedo gustar
pues ya estoy ciego...
Tú me ofreces la aurora y yo el ocaso
y no quiere mi noble cobardía
que pierdas en el cambio...
He renunciado a ti
como renuncia el famélico mendigo
al vino generoso y al caviar
con gesto resignado
como llora el niño pobre su tristeza
frente al juguete caro...
Así renuncio a ti.
Con un beso de niño y un sollozo de viejo.
Como al agua y al sol vivificantes
renuncia el árbol seco....
 
Chat gratis