Reconozco que hace añares que no escribo (sentido figurado); es que se me dificulta poder hilar palabras con sentido cuando estoy todo el tiempo escribiendo para trabajos prácticos y resumenes...
Reconozco también un vacío que crece, un hambre, una sed... esa necesidad de ir juntando retacitos de palabras y terminar en una historia con sabor a viejo y nuevo; a conocido, a esperado, a hogar.
Trato de leer, mucho, lo que pueda, a mis maestros, a mis autores favoritos que susurran al oído viejas formulas para que no olvide el ejercicio de escribir. Supongo que el matemático irá rezado teoremas por la vida. Mi oración es simple: palabras. Palabras, si, pero no vacías, sino palabras que crezcan desde lo profundo y perfumen, y den fruto y arraiguen raices.
Palabras que desgarren, o no, pero que dejen marca, que despierten, que me mantengan en vilo el alma y los sentidos.
-Suspiro- Mis queridas amigas, palabras que crecieron conmigo y encuentran nuevos significados a la vez que seguimos caminando juntas, mis disculpas. Aunque ustedes me seguirán perpetuando en el tiempo ... yo no tengo el tiempo para moldearlas como quisiera.
Mil perdones, sigan agolpándose, creciendo, pugnando hasta que no pueda contenerlas más, hasta que no pueda acallar más sus murmullos hechos grito y no tenga más remedio que delegar tareas y volver a contar con ustedes.
Hace 6 meses