miércoles, 25 de marzo de 2015

No salgas con una chica que lee


“Sal con una chica que no lee porque la que si lo hace sabe de la importancia de la trama y puede rastrear los límites del prólogo y los agudos picos del clímax; los siente en la piel. Será paciente en caso de que haya pausas o intermedios, e intentará acelerar el desenlace. Pero sobre todo, la chica que lee conoce el inevitable significado de un final y se siente cómoda en ellos, pues se ha despedido ya de miles de héroes con apenas una pizca de tristeza.”
“Una chica que lee posee un vocabulario capaz de describir el descontento de una vida insatisfecha. Un vocabulario que analiza la belleza innata del mundo y la convierte en una alcanzable necesidad, en vez de algo maravilloso pero extraño para ti.”
“Una chica que lee hace alarde de un vocabulario que puede identificar lo espacioso y desalineado de la retórica de quien no pueda amarla, y la inarticulación causada por el desespero del que la ama en demasía. Un vocabulario, maldita sea, que hace de mi vida sofistica vacía un truco barato.”
“La chica que lee entiende de sintaxis. La literatura le ha enseñado que los momentos de ternura llegan en intervalos esporádicos pero predecibles y que la vida no es plana. Sabe y exige, como corresponde, que el flujo de la vida venga con una corriente de decepción.”
“Una chica que ha leído conoce las pausas irregulares –la vacilación en la respiración– que acompañan a la mentira.”
“No salgas con una chica que lee porque ellas han aprendido a contar historias.” “Tú, el que me ha hecho la vida tan difícil”. La lectora se ha convertido en una espectadora más de su vida y la ha llenado de significados. Insiste en que la narrativa de su historia es magnífica, variada, completa; en que los personajes secundarios son coloridos y el estilo atrevido.”
“Tú, la chica que lee, me hace querer ser todo lo que no soy. Pero soy débil y te fallaré porque tú has soñado, como corresponde, con alguien mejor que yo y no aceptarás la vida que te describí al comienzo de este escrito. No te resignarás a vivir sin pasión, sin perfección, a llevar una vida que no sea digna de ser narrada.”
Por eso, sal con una chica que no lee

Charles Warnke.

De mis favoritos

"La novela que nos interesa no es la que va colocando los personajes en la situación, sino la que instala la situación en los personajes. Con lo cual éstos dejan de ser personajes para volverse personas. Hay como una extrapolación mediante la cual ellos saltan hacia nosotros, o nosotros hacia ellos."

Rayuela, Capítulo 115
Julio Cortázar

viernes, 6 de marzo de 2015

No sé

Tengo 37 años, ya no juego a las muñecas y mucho menos a la casita. 
A esta altura de mi vida todas las decisiones que tomo se basan en buscar el resultado más benevolente, tranquilo y equilibrado; que sólo sume a la experiencia de vida; me alejo de lo negativo, nocivo, agresivo y/o contaminante.

Es difícil aceptar, cambiar y soltar; es difícil dejar pasar, es difícil decir no a ciertas personas y situaciones,  pero el Hoy es el que cuenta, el pasado es historia y el futuro una utopía y no hay momento más cierto que éste preciso instante. 

Busco paz, cada vez más difícil de encontrar. No sé, estoy asediada, confundida, cansada, en cambio. en proceso. Metamorfosis. Alquimia. No sé. 

Que arda todo hasta consumirse a ver cuando nace Fénix...


S.L.

HOY, por ejemplo


 
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