jueves, 30 de julio de 2009

Hoy/Ayer

No sabría decirte con precisión si la extraño a ella o a su idea, o en definitiva , si la extraño o no. Puedo decirte que no la duelo. Que ya no la lloro. La vivo. La siento. Hay luces o energías que no se extinguen, y sentimientos que mutan.

Hace unos años escribí esta carta :

Larga ausencia


Cuánto hay de tu nombre en mis palabras y cuánto de tu ser en mis silencios; qué mueca tuya esconderá la comisura de mis labios y qué habrá de tu mirar en la memoria del mío.
¿Cómo seguirte amando sin siquiera verte?. ¿ Qué queda en mi recuerdo de tus besos y en mi aturdida mente, en qué triste rincón guarda tu voz su eco?.
¿Qué parte de tu amor destilarán mis lágrimas, qué parte de mi angustia esculpirán tus miedos?.
¿Qué duele más, la caricia perdida o la caricia dada?; y al remordimiento qué lo alimenta más, la palabra dicha o la callada; ¿Qué duele en los recuerdos?; ¿ Qué esencia sublime de tus más puros sueños se confunden con los míos?; y Cuál de mis anhelos más preciados se parece a alguno que vos hayas tenido.
Qué tanto te conozco, qué es lo que ignoro; ¿Quién fuiste?, ¿quién sos?. ¿Cómo encontrarte?. ¿Qué camino transitar para encontrarte?. ¿ Qué parte de tu paz se esconde en mi sosiego? .
¿Qué hay en tu recuerdo que me lastima tanto?. ¿ Qué esconde tu ausencia que me devuelve calma? ; qué otras realidades encierra este dolor; ¿Dolor?, ¿Así se llama? ¿Acaso es pesadumbre? Y qué es dolor...¿amarte?, ¿haberte amado antes?, ¿tu ausencia?, ¿el rencor?
Rencor, rencor de sabor agrio... lo dulce del recuerdo, Qué paradoja! ¡Dios!.
Qué sensible cuerda hay en mi Alma que me ata a un sentimiento tan amargo;
Por qué risas pasadas hoy son llanto, y , antiguas lágrimas despiertan, aunque, irónicas, sonrisas .
¿Qué reminiscencias de tu vida hay hoy en la mía?; ¿Cuánto de tu coraje moldeó a razón mi temple?. Qué parte de tus ojos hizo mella en los míos, y de ser así, entonces, por qué temo el olvido...
Por qué el mismo recuerdo a veces tranquiliza y otras tantas turba ...Cuál de tus temblores se esconde en el estremecimiento de mi piel y qué defectos y qué virtudes tuyas adquirí a fuerza de extrañarte...
Qué gustos tuyos miento como míos, qué actitudes y aptitudes tomé egoístamente...Por cuál de tus culpas purgo y por cuál de tus aciertos acepto el éxito.
Por qué amar, por qué extrañar; cómo no hacerlo ...
Qué duda crece en mí, producto de las tuyas, y qué momento de confianza tomo por tu seguridad; Qué te pertenece de lo que llamo mío y qué es mío de lo que creía tuyo...
Son mil interrogantes y ninguna respuesta, no hay voz, brazos, ni manos. No hay palabras, abrazos, ni caricias.
Quiero gritar “¡te amo!” ¿a qué oídos?; quiero correr ¿A qué brazos?... ¿Dónde estás?! Te extraño a vos y a la idea que rodea tu nombre.
La penumbra no es más que un color, el color de tu nombre, que es también su sabor y su textura. Penumbra, luz y sombra; la luz de tu recuerdo, la sombra de tu ausencia ; la luz de tu dulzura, la sombra de tu adiós; Tu luz, siempre tan suave, tu sombra ... siempre yo.
12/9/2000

Hoy no sé si siento lo mismo que sentía entonces, tengo la bendición de poder devolver la mirada desde el otro lado del cristal, y todo cambia cuando por fin entendés la palabra " mamá" .

Silvia L . (Fénix Negro)

viernes, 3 de julio de 2009

 
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