Un globo naranja, con su hilo a cuestas va saltando alegremente por la mitad de la calle, en realidad, por el medio de la calle, a similar distancia de las dos veredas; rebotando, sin levantar gran altura; en vaivén, abajo - arriba, sin volar, como lo haría cualquier otro globo en su lugar a merced del viento.
Fiel a su particularidad esquiva las ruedas de los autos con gran destreza, llega a la esquina, se pierde de vista por un instante; en realidad dobló a la derecha por la otra calle, saltó media cuadra y subió a una plazoleta arbolada donde continua sus saltos, un poco más tranquilos. Se pierde entre los árboles.
Unos minutos después reaparece de la mano de un niño que corre con su madre para alcanzar el colectivo.
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Pasó el 24 de Agosto de 2012 en Longchamps, no sabemos mucho más del globo, pero entendimos su prisa.
Lem (S.N.L)