sábado, 9 de julio de 2011

Trovadores

Trovador: Poeta, cantautor.
Etimología: Entre las diversas posibilidades etimológicas de la palabra "trovar" la más adecuada es la de "inventar o crear literariamente". Hace falta distinguir en esta época el significado de dos palabras que en nuestros días se usan sin ningún matiz diferenciador: poeta y trovador. El primero era aquel que escribía poesía en latín, en cambio el segundo lo hacía en una lengua romance. La misma etimología tiene la palabra trovero, aplicada a la persona que hace trovos. Su raíz desciende de Mesopotamia.

Una fecha y varios caminos unen a dos grandes trovadores de nuestro tiempo:

HAYDÉE MERCEDES SOSA nació en San Miguel de Tucumán el 9 de julio de 1935, en un hogar humilde. De esos años viene su apego por las expresiones artísticas populares. Recién salida de la adolescencia, le gustaba bailar y enseñaba danzas folklóricas. También cantaba.
En octubre de 1950, quinceañera, empujada por el entusiasmo de un grupo de amigas inseparables, se animó a participar en un certamen radial organizado por LV12 de Tucumán. Oculta tras el seudónimo de Gladys Osorio, su incipiente calidad como cantante la hizo triunfar en un concurso cuyo premio era un contrato por dos meses de actuación en la emisora. Fue el principio...
Fundadora del Movimiento del Nuevo Cancionero y exponente mayor de la Nueva canción latinoamericana. Incursionó en otros géneros como el tango, el rock y el pop. Se definía a sí misma como "cantora" antes que "cantante", en lo que fue una distinción fundamental de la nueva canción latinoamericana de la que ella fue una de las iniciadoras: "cantante es el que puede y cantor el que debe" (Facundo Cabral). Ese ideal fue expresado por Mercedes Sosa en los títulos de sus álbumes como Canciones con Fundamento y Yo No Canto por Cantar.
Entre las interpretaciones con que se ha destacado en el cancionero latinoamericano se encuentran Canción con todos, Alfonsina y el mar, Gracias a la vida, Como la cigarra, Zamba para no morir, La maza, Todo cambia, Duerme negrito y Calle angosta. Entre sus discos se destacaron Canciones con Fundamento (1965), Yo No Canto por Cantar (1966), Mujeres Argentinas (1969), Homenaje a Violeta Parra (1971), Cantata Sudamericana (1972), Mercedes Sosa Interpreta a Atahualpa Yupanqui (1977), Mercedes Sosa en Argentina (1982), Alta Fidelidad (1997) y su interpretación de la Misa Criolla (2000). Su último trabajo es Cantora, lanzado poco antes de su muerte, un álbum doble donde interpreta 34 canciones a dúo con destacados cantantes iberoamericanos, y cierra con el himno nacional argentino.
Mercedes Sosa comenzó a cantar en una época, en la que el tango de Buenos Aires, que era la música popular por excelencia, estaba siendo alcanzado en popularidad por la música de raíz folklórica, característica de las provincias, en un fenómeno que es conocido como el boom del folklore, producido de la mano de la industrialización del país y la migración de millones de personas del campo a las ciudades y de las provincias hacia Buenos Aires. Este proceso conllevaba transformaciones étnicas y culturales en la población que diferían de las que produjera la inmigración mayoritariamente europea que se produjo entre 1850 y 1930.
En 1962, Mercedes Sosa lanzó su primer álbum, La voz de la zafra (la zafra es la cosecha de caña de azúcar, principal producción de Tucumán), grabado el año anterior y producido por RCA. El álbum fue grabado debido a la insistencia de Ben Molar, un músico polifacético vinculado a la música popular de Buenos Aires, quien reconoció el talento de la cantante tucumana y convenció a los directivos del sello RCA para realizar el disco, que sin embargo careció de difusión.
El disco está integrado por ocho canciones de Matus-Tejada Gómez: Los hombres del río, La zafrera, El río y tú, Tropero padre, Nocturna, Zamba de los humildes o La de los humildes, Zamba de la distancia y Selva sola, además de otras cuatro, entre las que se encuentran la guarania Jangadero del misionero Ramón Ayala—quien escribe también la nota de contratapa—, El indio muerto del fronterizo Gerardo López y dos temas con letra de Ben Molar, a pedido de Mercedes Sosa, Recuerdos del Paraguay y Sin saber por qué. La canción Nocturna tiene una significación especial para Mercedes Sosa porque se trata de la canción que simbolizó el amor a primera vista con Oscar Matus ("Tú, junto al amor que nos separa, llenas mi dulce guitarra de oscura distancia... llevas mi voz en tu voz, triste y suave").El mismo álbum fue luego reeditado bajo el título de Canta Mercedes Sosa.
El álbum anticipaba una línea estética-cultural que sería expresamente formulada al año siguiente con el lanzamiento del Movimiento del Nuevo Cancionero, y que sería sintetizada con el título de su segundo álbum, Canciones con fundamento (1965), segundo disco del sello independiente El Grillo que intentaba consolidar Matus, compuesto —al igual que el primero—, en base a las canciones de Matus-Tejada Gómez.
En "Zamba de la distancia", como en "La de los humildes", "Zamba del riego", "Tropero padre", "El río y tú", "La zafrera" y "Los hombres del río", están los tres nombres que impulsaron el movimiento: Armando con sus palabras, Matus con la música y yo con la voz. Mercedes Sosa.
Facundo Cabral:
Nació en la Ciudad de la Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. Sus primeros años los pasó en Berizo, localidad adyacente a La Plata. A temprana edad, su padre abandonó el hogar dejando a su madre con siete hijos, los cuales emigraron hacia Tierra del Fuego, al sur de Argentina. Luego, a los 8 años, vivió en Tandil.
Cabral tuvo una infancia dura y desprotegida; se convirtió en un marginal al punto de ser encerrado en un reformatorio. Al poco tiempo consiguió escapar; según cuenta, encontró a Dios en las palabras de Simeón, un viejo vagabundo.
Cabral citaría así sus inicios en el medio musical: "Empecé a cantar con los paisanos, con la familia Techeiro. Y el 24 de febrero de 1954, un vagabundo me recitó el sermón de la montaña y descubrí que estaba naciendo. Corrí a escribir una canción de cuna, Vuele bajo, y empezó todo".
En 1959, ya tocaba la guitarra y cantaba música folklórica, admiraba a Atahualpa Yupanqui y José Larralde, se trasladó a Mar del Plata, ciudad balnearia argentina, y solicitó trabajo en un hotel; el dueño lo vio con su guitarra y le dio la oportunidad de cantar. Así comenzó su carrera dedicada a la música; su primer nombre artístico fue El Indio Gasparino. Sus primeras grabaciones no tuvieron mayor repercusión. Luego se presentó con su apellido verdadero.
En 1970, grabó No soy de aquí, ni soy de allá. Empezó a ser conocido en el mundo, grabó en nueve idiomas con cantantes de la talla de Alberto Cortez, Julio Iglesias, Pedro Vargas o Neil Diamond entre otros.
Influenciado en lo espiritual por Jesús, Gandhi y La Madre Teresa de Calcuta, en literatura por Jorge Luis Borges y Walt Whitman, imprimió a su vida un rumbo espiritual de observación constante a todo lo que le ocurría, no se conformó con lo que veía y su carrera como cantautor tomó el rumbo de la crítica social, sin abandonar su habitual sentido del humor. Se ha identificado con el anarquismo, aunque nunca tuvo una participación militante.
En 1976, ya considerado como cantautor de protesta, dejó Argentina con la excusa de la situación interna. Se radicó en México, donde continuó componiendo y haciendo presentaciones. Se estima que recorrió 159 países.
En 1984, regresó a Argentina con su nombre consagrado. Ofreció un recital en el Teatro Luna Park. Siguió por Mar del Plata. En 1987, hizo una presentación en el estadio de fútbol de Ferrocarril Oeste, en Buenos Aires, con capacidad para treinta y cinco mil personas. El 5 de mayo de 1994, comenzó una gira internacional.
Se presentó en conciertos junto a Alberto Cortez en “Lo Cortez no quita lo Cabral” uniendo humor y poesía con las canciones que hicieron famosos a ambos intérpretes. En enero de 1996, ambos actuaban en la ciudad de Mar del Plata, cuando Alberto Cortez debió ser operado debido a una obstrucción en la carótida, así que Cabral continuó con la gira de la cual se hizo una grabación.
No existe una lista documentada de sus reconocimientos discográficos, ya que Cabral al no tener una vivienda propia, sino que vivía en cuartos de hoteles, en los últimos años de su vida, decidió entregárselos a un conductor de taxis, conocido suyo, quien los coleccionaba. Sin embargo se reseñan los siguientes: Ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y en reconocimiento a su constante llamado a la paz y al amor, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lo declaró “Mensajero Mundial de la Paz” en 1996.
Murió hoy, 9 de julio de 2011, en Guatemala, asesinado en una confusa emboscada, camino al aeropuerto La Aurora. Quiso el destino, la causalidad que fuera en el Bulevar Liberación.

Dos voces argentinas, dos personas excepcionales, su mensaje y sus letras nos acompañarán por siempre.

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