Sola

Hoy no me siento, no soy, no existo.
Un vacío total me colma y me circunda.
A nadie llegan mi voz ni mis silencios.
Llevo una pesadumbre eterna en las pupilas
que irrumpe desde el fondo de mi alma.

Desmigo la tristeza en tibias lágrimas,
más el dolor no repliega sus sicarios;
remordimientos, sublevados recuerdos,
hacen presa de mí
sin dejar por un momento de azotarme.

Invade cruel verdugo, la conciencia,
dejándome la piel encarnecida;
tortura que no borra el olvido y deja impune.
Encerrada en la cárcel del hastío,
Sola y fatal,
expiando por sabe Dios qué culpas,
me demoro esperanzada en la utopía
de encontrar el indulto en tu mirada.


*Escrito el 24 de Octubre de 2008
Corregido por última vez el 26/6/10.
S.L. (Fénix Negro)