Es cierto que hace mucho que no publico, como es cierto también que hace meses que no escribo. Pero eso no es lo que me trajo hoy a esta ventana descuidada por la que mis letras se asoman al mundo, sino que sentí la necesidad impetuosa de acercarme, y mirar. La ventana virtual es diferente a la ventana común y silvestre, ésta última me indica que el otoño, viejo amigo, vestido de gala con perlas de lluvia y el dorado - sepia de las hojas al viento se apersona. La virtual no me dice nada, o me dice todo y con tanto barullo uno se pierde y dificilmente me encuentre...
Heme aquí, sentada en la soledad acompañada de una biblioteca (soledad de gente, acompañada de almas que pululan en los miles de volúmenes que me rodean -literalmente de techo a piso, por las cuatro paredes-)Todo un paraíso, libros a mi merced, al alcance de mi mano, otoño, lluvia, viento... podría ser Chopin o Miller desde lejos con acordes dulces y melancólicos y el hechizo sería perfecto.
Pero el silencio reconforta, le da un espíritu nuevo a este otoño y a esta soledad no vacía que experimento; y sé que en un momento mi vista se perderá en los estantes y encontraré una nueva ventana a otro mundo, a otra realidad, a otra persona... ventana de papel que me hará preguntarme si el otoño habrá sido motivo suficiente para inspirar esas letras, o alguna lluvia, o si el autor odiaba el otoño y la lluvia y sólo escribía en verano o primavera, o jamás le afectaron ninguna de las estaciones o los fenómenos climatológicos.... y volveré a la historia, a la ventana, y seguiré el hilo que me lleve al cielo (o al infierno)y creceré un poco más y sabré cosas nuevas y experimentaré sentires distintos con sabores conocidos ... Me olvidaré un poco de mi ventana común y silvestre y de ésta, virtual en la que nos miramos en este momento a los ojos (Y sabrá Dios cuando te vea de nuevo)y tal vez, sólo tal vez encuentre esa veta perdida que me traiga la inspiración y nuevas letras, con las que pueda abrir nuevas ventanas.
Hace 6 meses