jueves, 8 de octubre de 2009

Crónicas

Crónica I

Un día llegaron foráneos a nuestra Aldea. Traían con ellos ideas nuevas. causaron miedo y rechazo y fue así como un grupo de nosotros tomó el mando para salvaguardarnos y mantener el orden establecido. Al poco tiempo comenzaron a controlarlo todo, las reuniones públicas, a los mercaderes, a quienes entraban o salían del poblado; No se podía salir o entrar sin una autorización, y ésta sólo se conseguía si se tenía lo que ellos llamaban una buena razón para hacerlo.

Tiempo después, comenzaron a establecer lo que estaba bien o mal hacer o decir. Las leyes comenzaron a ser más descabelladas y lo que es peor, aquellos que estaban allí para salvaguardarnos comenzaron a comportarse con un gran despotismo.

Aquellos que marcaban alguna falta en ellos, o simplemente los contradecían o cuestionaban eran acallados y públicamente desterrados. Ninguna voz llegó a alzarse en contra porque era condenada al ostracismo.

Muchos de nosotros nos fuimos al bosque, donde otros que pudieron salir de la comarca se habían establecido en paz y armonía. Convivían libremente y vivían sin complicaciones compartiendo trabajo y pasatiempos.

Nadie nos preguntó al llegar sobre nuestros motivos para habernos acercado, sólo nos abrían sus puertas y ofrecían hospitalidad. Muchos de los que allí nos encontramos habíamos sido negados por aquellos a los que llamábamos amigos, injuriados y hasta insultados. Sanamos nuestras heridas y comenzamos una vida, sin olvidar pero habiendo perdonado.

La armonía reina desde entonces, todos somos dueños de nuestro hacer y pensar y nadie lleva ningún título sobre otro. Los quehaceres son compartidos y las actividades se llevan a cabo dependiendo las habilidades y destrezas de cada uno. Todos somos libres de llegar, permanecer o irnos; nuestras puertas siempre están abiertas... así como nuestros corazones.

Llegan nuevas ideas desde los cuatro puntos cardinales y forasteros desde distintas aldeas y bosques. Seguimos creciendo y sumando, cultivamos rosas que a pesar de sus espinas perfuman perdurablemente.

Cultivamos la amistad y seguimos creyendo en la libertad, en la alegría, en los afectos, cierto es que emprendimos este camino obligados, pero sabemos que aquí todos somos iguales, pares, y nadie nos juzgará ni desterrará por pensar diferente .

viernes, 2 de octubre de 2009

Dreamland by Edgard Allan Poe

By a route obscure and lonely,
Haunted by ill angels only,
Where an Eidolon, named NIGHT,
On a black throne reigns upright,
I have reached these lands but newly
From an ultimate dim Thule-
From a wild clime that lieth, sublime,
Out of SPACE- out of TIME.

Bottomless vales and boundless floods,
And chasms, and caves, and Titan woods,
With forms that no man can discover
For the tears that drip all over;
Mountains toppling evermore
Into seas without a shore;
Seas that restlessly aspire,
Surging, unto skies of fire;
Lakes that endlessly outspread
Their lone waters- lone and dead,
-Their still waters- still and chilly
With the snows of the lolling lily.

By the lakes that thus outspread
Their lone waters, lone and dead,
-Their sad waters, sad and chilly
With the snows of the lolling lily,
-By the mountains- near the river
Murmuring lowly, murmuring ever,
-By the grey woods,- by the swamp
Where the toad and the newt encamp-
By the dismal tarns and pools
Where dwell the Ghouls,
-By each spot the most unholy
-In each nook most melancholy-
There the traveller meets aghast
Sheeted Memories of the Past-
Shrouded forms that start and sigh
As they pass the wanderer by-
White-robed forms of friends long given,
In agony, to the Earth- and Heaven.

For the heart whose woes are legion'
Tis a peaceful, soothing region-
For the spirit that walks in shadow'
Tis- oh, 'tis an Eldorado!
But the traveller, travelling through it,
May not- dare not openly view it!
Never its mysteries are exposed
To the weak human eye unclosed;
So wills its King, who hath forbid
The uplifting of the fringed lid;
And thus the sad Soul that here passes
Beholds it but through darkened glasses.
By a route obscure and lonely,
Haunted by ill angels only,
Where an Eidolon, named NIGHT,
On a black throne reigns upright,
I have wandered home but newly
From this ultimate dim Thule.

Dreamland

 
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